Episodio I
Los cimientos de la tierra se han sacudido, por suerte sólo de forma metafórica. Hemos tenido que superar un bache con los actuales beneficiarios, no un conflicto personal con ellos, sino en establecer las bases de nuestro proyecto, hacerles entender el por qué están aquí y cuál es nuestro cometido en Nepal. Nuestro programa es claro, nuestras intenciones también, estamos aquí para reconstruir esta dañada zona de Nepal y para fortalecer a una población que ha sufrido tanto como consecuencia de un fenómeno natural. Si sólo reconstruyésemos sus viviendas y no nos encargamos de enseñarles cómo hacerlo, con qué criterio, fomentar la cooperación entre sus habitantes y que se ayuden entre ellos, no conseguiríamos que sean auto-suficientes cuando necesiten enfrentarse de nuevo, esta vez solos, a otro desastre. La población local debe de salir reforzada.
Esa es nuestra intención, esa es nuestra fortaleza y ese es el pilar de nuestro proyecto. El conflicto se ha producido cuando los intereses personales de algunos de nuestros trabajadores se han impuesto a los del proyecto conjunto. Nosotros hemos venido a colaborar con la población que necesita una vivienda y no podemos permitir que se esté ayudando a la gente que no sea la más necesitada. La necesidad de un trabajo y una mejora de vida han provocado que ante nuestras puertas se presenten personas dispuestas a trabajar por el proyecto, pero un proyecto en el que ellos no confiaban y en el cual participaban solo por motivos económicos.
Se ha de tener paciencia para aceptar las cosas que no podemos cambiar, fuerza para cambiar las cosas que podemos cambiar e inteligencia para distinguirlas. Nosotros no podemos venir aquí y cambiar a las personas, solo ayudarles, pero tenemos que aceptar las condiciones en las que trabajamos y entender como son y cuáles son sus necesidades, esto no es personal, es el instinto de supervivencia del ser humano por huir de la pobreza, aún a costa de tus principios y honradez. Hay que tener fuerza para cambiar partes del proyecto que no acaban de funcionar, pero no nuestra meta, que nunca ha dejado de ser la misma.
Por otro lado también hemos tenido que hacer auto-crítica, el proyecto es fantástico, la energía que tenemos para desarrollarlo es infinita, pero en algún punto nos hemos equivocado y hemos acabado en un camino lleno de piedras. Pero no hay que desanimarse ni rendirse, cuando la montaña que subes parece cada vez más imponente, es que la cima está cada vez más cerca. No renunciaremos solo porque las cosas se hayan puesto difíciles, si vale la pena, no será fácil. Mantenemos toda la ilusión y ganas de tirar este proyecto adelante y podemos afirmar con seguridad de que el proyecto acabará un éxito. El carácter es una virtud en tiempos difíciles.
La necesidad de resolver este conflicto ha provocado que las obras se parasen por unos días, que no el trabajo. Tuvimos una reunión con nuestros compañeros de y aprovechamos para explicarles, una vez más, en que consiste nuestro trabajo aquí, y hacerles comprender que nuestro cometido aquí es serio, y no podemos tolerar algún que otro comportamiento. Por otro lado les dejamos claro que estamos aquí para ayudar a las personas que lo necesitan, así que si en algún momento tienen la necesidad, nuestras puertas siempre estarán abiertas. Se hizo una entrevista, uno por uno, en la que obtuvimos información sobre cada uno, sus necesidades, exigencias y situación actual, se invitó a continuar a aquellos cuyas necesidades económicas y las de tener una vivienda en condiciones eran primordiales, y se hizo entender a los demás que sintiéndolo mucho ese no era su lugar.
Estamos muy orgullosos de haber conseguido controlar y gestionar esta situación, y que todo siga adelante. Perder la paciencia es perder la paciencia es perder la batalla.
Una vez que la rueda empezó a rodar de nuevo, volvimos al trabajo, esta vez nos dedicamos a nuestro nuevo espacio de trabajo, el almacén que se convertirá en nuestro banco de materiales y en un taller donde poder realizar las prácticas previstas y los trabajos de madera, ya que los monzones no nos dan tregua para poder continuar las obras, pero por suerte, el trabajo de montar nuestro propio taller y de comprar los materiales necesarios en Hettauda, puede realizarse bajo cubierto.
Hemos dedicado varios días de esta semana a gestionar todas las compras y hemos invertido muchos trayectos en bus para poder finalizar nuestro almacén.
Episodio II – Bienvenidos
Además, esta semana estamos muy contentos de poder recibir la ayuda de todos los coordinadores del Proyecto de Awasuka. Pedro Lorenzo, por parte de la UPC, Berta Marín, como coordinadora de Base A y Mónica Sans por parte de Amics del Nepal, un grupo al que se añaden una parte de la familia de Pedro, su mujer María José y su Hija Ilia, que nos van a acompañar en la aventura de las próximas semanas.
La presencia de nuestros coordinadores aquí nos supone un respiro, porque es mucho más fácil trabajar con ellos cuando les tienes cerca, porque nos alegramos de tenerlos aquí y eso es un apoyo moral para nosotros, y finalmente porque con ellos vamos a poder tomar todas las decisiones importantes referentes al proyecto, para mejorarlo y adaptarlo a la experiencia que los voluntarios hemos estado teniendo en Bhimphedi. Lo más importante, todos han venido con mucha ilusión y muchas ganas de trabajar, con esos ingredientes, es solo cuestión de tiempo que demos con la receta correcta.
Se están visitando las obras realizadas, se están analizando los errores cometido y mejorando los próximos. Se han estado organizando reuniones con todas las partes implicadas y se están empezando a programar los talleres, workshops y proyectos que se llevaran a continuación, una limpieza de cara que solo ha hecho que el proyecto cada vez coja mas forma.
Su llegada a Bhimphedi no ha pasado desapercibida, y la tierra está volviendo a temblar, una vez más solo de forma metafórica, pero esta vez hacia la dirección que nosotros queremos.
Hasta la próxima semana,
Viki y Adri
Nuestro objetivo es claro, nadie sin vivienda |
El equipo de coordinadores ya está manos a la obra |
Replanteo del último nivel de la cimentación |
Pedro, Viki, Adri y Amit |
Todavía queda mucho trabajo por delante |
Reunión con los beneficiarios |
Nadie se salva de la lluvia |
El dios de los negocios en Bhimphedi |
Nepal en esta época del año |
Una de las muchas viviendas afectadas |
Uno de nuestros trayectos en camión a Hettauda |
Es tiempo de decidir y trabajar en equipo |
Vista de Supping desde Bhimphedi |
Sin tregua en Hettauda |
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