28.6.16

PROGRAMA AWASUKA: LOS CIMIENTOS DE LA TIERRA






























Capítulo 1. El Dhunga-Mato: Si todo resultara fácil, el hombre no necesitaría la ayuda de Awasuka.

Corría la quinta semana desde nuestra llegada a Bhimphedi, y el duro trabajo de los beneficiarios seguía su curso. Entre picos, palas y tamices, los días pasaban, y la altura de la cimentación continuaba creciendo, hasta que allá por el séptimo día se terminaron los primeros 60cm. En este punto, el metro de ancho de la cimentación se vería reducido 12,5cm a cada lado, dejando una banda de 70cm de ancho que conformará el segundo escalón, esta vez de 20cm de altura.
Este retranqueo se debe a que la transmisión de fuerzas desde el muro hasta el terreno no se da de manera perpendicular, sino con un ángulo de 60º. De esta manera, en los pisos superiores se puede ahorrar material y también tiempo de trabajo. A pesar de nuestros esfuerzos por complementar los trabajos físicos con explicaciones sencillas, que pusiesen énfasis en el porqué de las técnicas empleadas, de tal manera que les quede grabado en la memoria, resulta complicado llamar su atención. Los chicos son jóvenes, la mayoría ronda los 20 años, y a pesar de que la mitad de ellos se muestra interesada, la otra mitad es más reacia a hablar y se centra en el trabajo mecánico de lo que el mistri les explica.
Hay que llamar su atención de alguna manera, es evidente. Las ideas van floreciendo en nuestras cabezas, y por ahora la conclusión momentánea es que al finalizar cada una de las fases de la obra, será necesario asentar los conocimientos mediante unas reuniones informales con los beneficiarios, en las que se discutan los trabajos realizados hasta la fecha de una manera lo más didáctica posible.

Capítulo 2. Los nuevos prototipos: Cuanto más sencillas son las cosas, menos errores se cometen.

Entre conversaciones y reflexiones, finalmente se decide el emplazamiento para el resto de prototipos que se llevarán a cabo en Julio con la llegada de los coordinadores. Junto al Dhunga-mato, crecerán el sistema ligero y la mampostería confinada. La elección del lugar parece obvia, ya que se resuelven varios problemas de una sola pincelada: la falta de almacén y la falta de taller, que podrán situarse junto al prototipo, consiguiendo así optimizar el trabajo. Además, la ubicación es muy favorable, ya que se encuentran junto a la entrada Este del pueblo, a la vista desde la carretera que llega desde Katmandú en su ruta hacia Hetauda. Se genera así un punto de interés en una zona privilegiada, donde los prototipos podrán ser visitados por los habitantes de Bhimphedi para comprobar los avances técnicos, y decidir la solución constructiva más conveniente a sus necesidades.
Gracias a la colaboración de los miembros de Agraagami, se logran muchos avances en cuanto a la adquisición de los materiales para los nuevos prototipos. Una fábrica de las afueras de Hetauda vende sus bloques de hormigón a un precio muy razonable (tan solo 34 rupias por bloque, frente a los 40 y tantos encontrados hasta la fecha), y de una calidad sorprendente para su precio. Además, aprendemos la nomenclatura local para los diferentes tipos de madera que se pueden extraer del tronco de un árbol. Aparte de la “solid Wood”, que extrae del centro del tronco y sirve para conformar las piezas de mejor calidad, encontramos la “patra”, una serie de listones de madera de proporción rectangular (unos 10x2,5cm aproximadamente) que se venden a un precio mucho más bajo, y se pueden utilizar para la construcción del prototipo ligero de madera. Mediante el anclaje de las piezas con tuercas, se pueden generar estructuras trasladables para aquellas familias que necesiten una respuesta rápida y temporal para su vivienda. El “bakaal”, la madera resultante tras extraer también la patra, tiene un pecio mucho más reducido, pero por su sección totalmente irregular y sus cortas longitudes, resulta imposible utilizarla para la construcción.

Capítulo 3. La boda de Dani: Renunciar a la felicidad es como arrojar piedras preciosas al océano.

El día 24 de Junio, en muchos lugares de España se están celebrando las hogueras de la noche de San Juan. A pesar de la naturaleza abrumadora que rodea Nepal, la playa no forma parte de su espectáculo, con lo que recurrimos a otro evento que compensará con creces la falta de mar. Es el día en el que Dani, coordinador del orfanato de Bhimphedi, miembro de Amics de Nepal, y uno de nuestros mayores apoyos aquí, y su prometida Manisa, se casan por fin.
Nos sentimos afortunados de estar aquí para presenciarlo. La fiesta es espectacular: los vestidos, la comida, los bailes tradicionales, y la alegría general, convierten esta noche en una de las mejores que hemos vivido desde nuestra llegada. Como la vergüenza nos la hemos dejado en occidente, nos lanzamos a la pista de baile sin dudarlo. Dejándonos llevar por los movimientos de cadera de los jóvenes de Bal Mandir y de la familia de Manisa, que parecen recién sacados de una película de Bolliwood, aprendemos varios pasos típicos al tiempo que les enseñamos alguno que otro de cosecha propia.

Y con las sabias palabras de un genio nos despedimos hasta el sábado que viene. ¡Un saludo, y que paséis una semana estupenda!
Tonight I'm gonna have myself a real good time. I feel alive and the world turning inside out Yeah! And floating around in ecstasy, So don't stop me now don't stop me, 'Cause I'm having a good time having a good time!

La cimentación tal y como quedaría al final, con el escalonado correspondiente

Finalizados los primeros 60cm, y los huecos a medio rellenar y compactar

Niranjan, el beneficiario que nunca necesita que los demás le lleven la felicidad, siempre se la trae el consigo.

La oficina crece

Pese a la lluvia de la semana, los trabajos no cesan en ningún sitio

Las mañanas de Bhimphedi

Los últimos bloques hallados, a un buen precio

Dibujos de Pedro Lorenzo acerca de los nuevos prototipos de madera (patra)

Patra

Bakaal

Ruta hacia la casa de la familia de la novia

La ceremonia

La familia de Dani

Bideshis nepalís

20.6.16

PROGRAMA AWASUKA: "No importa qué tan lento vayas mientras no te detengas"





































¡Ya llevamos una semana más en Bhimphedi! ¡El trabajo no se detiene! La noticia de la semana es que tenemos dos nuevos beneficiarios, Pawan y Suman, que se añaden ilusionados al proyecto.

Ya se ha terminado la primera base de la cimentación (los primeros 60 centímetros de profundidad y las riostras) y ahora empezaremos con los niveles superiores para finalizarla.
El rápido aprendizaje de los beneficiarios está provocando que se mejore tanto la técnica como la velocidad de ejecución de esta, y la construcción del primer prototipo de Dhunga-Mato (Piedra y barro) está empezando a coger forma.
Un comentario común tanto entre los beneficiarios como entre los voluntarios de Base A es la ilusión con la que se ve crecer este primer edificio anti-sísmico y tradicional, de obra nueva de Awasuka en Bhimphhedi, desde los cimientos, y ver cómo el gran trabajo realizado se va viendo recompensado.
Contra todo pronóstico, y en plena época de pre monzones, el tiempo nos está “echando una mano” y nos regala días cálidos y soleados en los que se puede avanzar rápidamente el trabajo de la construcción, mientras que nos despierta por las noches con truenos y largas tormentas, que por otro lado nos refrescan y limpian el húmedo ambiente.

Aun así, el equipo de Awasuka tiene previstos diferentes talleres a realizar con nuestros compañeros, para esos días en los que sea imposible salir a la calle sin acabar empapado. Eva, nuestra bióloga de Awasuka experta en tratamiento de aguas, nos realizó una presentación sobre cómo se debe tratar el agua antes de consumirla, y trató con los beneficiarios diferentes temas en relación al programa de mejora del hábitat que proponemos, más allá de la construcción anti-sísmica, como son el saneamiento, la ventilación, las letrinas, las cocinas o el tratamiento de residuos.
Otro de los temas que se aprovecharon para tratar con ellos, fue el de repasar el programa de Awasuka. Se les volvieron a mostrar todas las condiciones de este y se les animó a participar, debatir y preguntar sobre el tema. ¿El resultado? Un fortalecimiento tanto de la idea del programa y su participación como entre el equipo de Awasuka y nuestros compañeros de Bhimphedi.
Este compromiso con el programa y estos lazos con nuestros cooperantes, son tan importantes como los que se están estableciendo con Agraagami, la cooperativa agrícola local y cofundadora de Awasuka, con la que no solo se ha sintonizado aún más sino que se muestran de una forma muy activa a ayudarnos en las labores de gestión, mantenimiento y desarrollo del programa.

Estos días también se ha realizado un gran trabajo de campo, donde se ha ido varias veces a Hettauda para negociar suministros de material y actualizar un catálogo de materiales, con características, precios, distribuidor y contacto, que pueda facilitar tanto las labores de gestión y presupuesto de todo el equipo de Barcelona, como de conseguir precios más asequibles.
Nuestro objetivo al respecto es claro, queremos llegar a los distribuidores directos de material. Organismos los cuales no sólo nos puedan conseguir un mejor precio de materiales, sino garantizarnos la calidad y composición de estos.
Esta última semana también se aprovechó para hacer una fugaz visita a Kathmandú, donde se pudieron comprobar diferentes precios de suministros, que nos puedan servir también como recurso de regateo o de validación de datos investigados. Mejor que sobre que no que falte.

Uno de los motivos de la necesidad de realizar estos trabajos es la próxima incorporación a Bhimphedi de nuestras coordinadoras, las arquitectas Berta Marín y Mónica Sans, así como de nuestro asesor Pedro Lorenzo, arquitecto del Centro de Cooperación al Desarrollo de la UPC, a quienes esperamos ya con los brazos abiertos y entusiasmados con la gran cantidad de trabajo y workshops que realizaremos en su presencia, aprovechando la época de lluvias que se nos avecinan.

Y aunque estamos orgullosos del trabajo realizado, por suerte no todo ha salido trabajar, y aprovechamos nuestros días de descanso y alguna de las horas libres que tenemos para disfrutar de una de las joyas de Bhimphedi más allá de los paisajes y su naturaleza, los niños del Bal Mandir, con los que aprovechamos para hacer una excursión a través de las montañas y bañarnos en una “piscina natural”, donde no solo pudimos disfrutar de sus sonrisas sino que nos permitió descansar y recuperarnos para poder cargar energía y seguir una semana más trabajando en esta línea, que ya empieza a dar sus frutos.

Un fuerte abrazo desde Nepal,

Viki y Adri,

Celebramos en Bal Mandir el cumpleañs de Joana, una Voluntaria de Amics del Nepal

Charla de Eva sobre el tratamieno del agua

Consiguiendo llegar a los distribuidores de Hettauda

De compras por Hettauda

El tiempo nos esta sonriendo

Kathmandu desde el Jeep dirección a Bhimphedi

La gente local debe volver a confiar en la construcción tradicional

La gente local tiene ilusión por conseguir un nuevo hogar

La técnica de Dunga-Mato va mejorando 

Las Obras pregresan

Realizando talleres de triangulación

Serreria de Kathmandu

Sintonia con los beneficiarios, que comparten su comida con nosotros

Taller informativo sobre letrinas impartido por Eva

Todos trabajamos, inlcuso Amid se anima con el Mato

Trabajando duro se lograran los objetivos

Viki, Adri, Marcel y Joana, de excursión con los pequeños de Bal Mandir

13.6.16

PROGRAMA AWASUKA: Adri y Viki, finalmente solos en la aventura en Bhimphedi!!







































Y por fin sábado de nuevo. Antes de marcharse, Alex nos enseña la cima de la colina de al lado de Bal Mandir, paseo durante el cual nos acompañan los salvajes (los niños de Bal Mandir), que en ningún momento siguen la ruta trazada, y campan entre matojos montaña arriba montaña abajo, en una competición por ver quién encuentra el camino más complicado para subir. 
Después de un día necesariamente tranquilo, entre niños, excursiones, risas, y adioses, llega el Lumingo (por algún motivo que aún no entendemos aquí la semana empieza en domingo, con lo que solo hay un día libre). 
La semana se plantea movidita. Adri y Viki, finalmente solos en la aventura en Bhimphedi, buscan la mejor manera de organizarse. El domingo, como un aviso de lo que nos espera en los siguientes meses de húmedos monzones, llueve todo el día. 
Los beneficiarios, puntuales como siempre, se lamentan entre risas. Intentamos hacer tiempo en la oficina, y en cuanto deja de llover un poquito vamos corriendo a la obra, pero al llegar allí ya está lloviendo de nuevo. Dándonos cuenta de que la lluvia no nos va a dar tregua, cubrimos bien el cemento para que no se humedezca, y volvemos a la oficina.
Este acontecimiento tiene dos resultados positivos: 
Nos damos cuenta de la necesidad de tener un plan para los días en los que el monzón le gane la batalla al sol. La primera idea que surge es la de, cada tarde a las 15.00 al terminar la faena, comprobar la previsión del tiempo, y decidir de esta manera a como se debe quedar con los beneficiarios al día siguiente. El plan no funciona. Las predicciones no son fiables, y no nos queda más remedio que buscar un plan B. 
De esta manera se nos ocurre que es hora de empezar a planificar los talleres formativos (sociales y técnicos), que conjuntamente con la construcción del prototipo, les darán los recursos necesarios para construirse unas casas seguras, salubres y habitables, en un futuro no tan lejano.
El segundo es que, para aprovechar el día de lluvia, decidimos subir a Supping con los beneficiarios. A pesar de que ya se han visto y tomado fotos por parte de otros miembros del equipo de Awasuka de algunas de las casas de los chicos, queremos verlo con nuestros propios ojos, y aprovechar así para empezar con el recuento de piezas de madera que será posible reutilizar, tomar medidas de los terrenos de los que disponen, hablar con ellos acerca del tipo de casa que desean, y tomar conciencia de los materiales a los que tienen fácil acceso. 
El viaje promete. Las vistas de Bhimphedi desde aquí arriba son sobrecogedoras, y la compañía de los chicos, que pasean cogidos de la mano entre risas, nos sorprende fuera del trabajo. Tal y como dice Niranjan “hoy me toca a mí por una vez ser vuestro guía, y no al revés”. 
Las visitas a las casas van muy bien para entender la necesidad de reconstruir un techo para sus vidas. A pesar de la felicidad que desprenden, sus hogares son oscuros, de techos bajos, en ocasiones compartidos con otros animales, y siempre compartidos con arañas y moscas, llenos de polvo y humedad. Aparte de los daños ocasionados por los terremotos, hay mucho más. Entendemos porque, tras el viaje de reconocimiento, se decide formular Awasuka como algo más genérico, un “programa de la mejora del hábitat”, con todo lo que ello conlleva. 
También vemos el efecto psicológico que se deriva del desastre: algunas personas ya no confían en el Dhunga-Mato. Es por ejemplo el caso del tío de Niranjan, quien a pesar de haber gestionado de maravilla el almacenaje de los materiales resultantes del desmoronamiento de su casa (madera y piedras), ha comprado igualmente bloques de hormigón para reconstruir su casa con este material. Le invitamos a venir a ver el prototipo cuando se encuentre en una fase más avanzada para demostrarle que es posible crear una vivienda segura con los materiales tradicionales. 
El resto de la semana tenemos suerte y hace sol todos los días. Para acelerar los trabajos y animar a los nuevos beneficiarios, que aún no tienen la fuerza física suficiente para resistir un duro día de trabajo a pleno sol, Adri y Viki se unen al equipo en la construcción. Es así como aprendemos a mezclar el Mato con los pies, a participar en la cadena de lanzamiento de bolas al grito de: ¡¡¡Mato!!! A tamizar la tierra... 
Nosotros, por nuestra parte, les enseñamos como se debe revolver correctamente el cemento para que no queden grumos, y como se debe colocar la mezcla de tal manera que las piedras queden bien sujetas, así como algunos conceptos teóricos como “riostra” y “traba”, y como ejecutarlos. Los días van pasando y la técnica constructiva de la cimentación se mejora con ellos. Para terminar bien la semana, el jueves por fin llega la madera, conocemos a Dev, un nuevo beneficiario también de Supping, y además conseguimos terminar con el primer nivel de la cimentación. 
Y esto es todo por ahora, ¡hasta la semana que viene! ¡Tapāīṁ rāmrō haptā ki!
Paseo de despedida con Alex y los niños

Transportando el agua hasta la parte más alta de Supping

Dinesh y Suresh observando el emplazamiento de su nuevo hogar

El interior de la casa de Niranjan, de 70 años de antigüedad

El tío de Niranjan

Material recolectado por el tío de Niranjan tras el derrumbe de su casa

Viki marcando la medida para las 19 partes de tierra por cada 1 de cemento

Sanu, Adri y Dev trabajando las bolas de Mato que se utilizarán

Mejora de la técnica de colocación y de mezcla tras diferentes pruebas

Dinesh, el mistri, enseñando a uno de nuestros beneficiarios más jóvenes, Sanu, la técnica del Dhunga

Suresh terminando de ejecutar la esquina

Dinesh, Dev y Niranjan trabajando el Mato

Suresh, Sanu y Niranjan durante la descarga de la madera

La madera ya lista y colocada en el almacén

9.6.16

PROGRAMA AWASUKA: Ningún mar en calma hizo experto al marinero!






























Ya estamos aquí,

9984 km de distancia y 18 horas de viaje a 12.000 pies de altura fueron necesarias para vislumbrar al fin la cordillera del Himalaya sobresalir de entre las nubes. Un viaje largo, un viaje cansado, pero llegamos con las pilas cargadas, la larga espera ha terminado. Ya estamos aquí.

Los cortes en las carreteras han provocado que tardemos alrededor de 7 horas en recorrer los 51 km que separan la ciudad Katmandú de nuestra localidad rural de destino, pero el paisaje ha sido siempre el principal protagonista del trayecto. Ha sido bajar del Jeep, pisar Bhimphedi, al fin, y encontrarnos a Diego, que nos guio hasta Bal Mandir, donde pudimos reencontrarnos con Alex y conocer a los demás voluntarios de “Amics del Nepal”. Las expectativas respecto al lugar se vieron cumplidas al instante. Un paisaje verde perteneciente a una zona salvaje, rodeado de bastas montañas. Podemos distinguir las primeras casas, son bajitas, de una o dos planas y de una gran variedad cromática con colores brillantes y vivos. Por detrás de las casas se alzan unos montes pardos, suaves, y con abundante vegetación, que rodean todo el pueblo y se fusionan con los pies de las montañas. Encontramos en Bhimphedi esa belleza natural, un ambiente de paz y tranquilidad, completamente aislado y donde parece que el tiempo se debuto hace varias décadas. Eso sí, no tienen váteres, ningún lugar es perfecto. Aún no nos habíamos acabado de adaptar del todo ni de creernos que ya estábamos aquí, cuando nos pusimos manos a la obra.

Llegamos de la mano de Alex y Diego al que será uno de nuestros lugares de trabajo más frecuentado durante los próximos meses, para observar el foso de cimentación que tanto trabajo les había traído. La zanja estaba casi terminada y ya podíamos ponernos a cimentar. Nos presentaron a todo el equipo de beneficiarios que está colaborando con nosotros, compuesto actualmente por Dinesh, un “mistri” ya experimentado en obra, Suresh, su hermano pequeño y de quien quiere seguir los pasos, Niranjan, nuestro primer y más entusiasmado miembro, Sanu, un buen chico criado en Bal Mandir y con muchas ganas de aprender y Amit, nuestro ya conocido ingeniero Local. El primer contacto con ellos no pudo ser mejor, ya que nos contagiaron con su ilusión y sus ganas de trabajar en este proyecto, cualidad imprescindible para llevar a cabo esta enmienda, y darnos cuenta de que nosotros los necesitamos tanto como ellos a nosotros, ya que trabajar en equipo divide el trabajo y multiplica los resultados.

Nos encargaremos de seguir con esta energía, planificar los procesos de la obra y organizarlos para trabajar de una forma más eficiente y rápida. El único inconveniente que nos hemos encontrado a la hora de avanzar rápidamente ha sido la de las fuertes lluvias pre monzónicas y los frecuentes cortes de luz y conexión que estamos teniendo. Para eso estamos ideando unos planes de formación y una serie de talleres para poder desarrollar con ellos en esos días en que la imprevisible meteorología nos impida seguir. Esta semana empezados con el taller de pruebas de selección de tierras para la construcción tradicional y ya estamos previendo próximos talleres de saneamiento y tratamiento de aguas, triangulación estructural, seguridad y salud en obra entre otros…

Hemos aprovechado también para conocer Hettauda, la ciudad comercial que sirve de paso en la ruta Katmandú-India. Es el lugar perfecto para conseguir suministros de obra, pero no a cualquier precio. Las negociaciones con los diferentes distribuidores se han presentado complicadas en inicio, pero de eso se trata, de llegar a un acuerdo con el que ambos estemos contentos. Aquí hemos aprendido una de las primeras palabras de nuestro futuro rico vocabulario Nepalí, “Cuire Chaina”, “No somos turistas”.

En definitiva, nuestra primera semana aquí ha requerido de esfuerzo para adaptarnos, la cultura es muy diferente, su forma de vivir, las costumbres, la alimentación, sus horarios, y sobre todo con la comunicación.

Pero ambos estamos llenos de energía y ganas de trabajar y tirar esto adelante, llegar aquí juntos ha sido solo el principio. Mantenernos juntos, es el progreso. Trabajar juntos será parte el éxito.

No nos esperamos que toda nuestra estancia aquí está cargada solo de éxitos, ya que también nos encontraremos con dificultades, pero nos encargaremos de aprender de ellas y trabajar siempre para lograr nuestros objetivos, porque ningún mar en calma hizo experto al Marinero.

Śubha rātrī!!
(Buenas noches)

Nuevos miembros AWASUKA

Visita a Hetauda para el suministro de material

Transporte del material comprado

Ensayos sobre la calidad del terreno

Tamización de la tierra para serparar elementos organicos

Mezcla de Tierra, agua y cemento para hacer el Mato (Barro)

Corte y colocación de Dhunga (Piedras)

Inicio de las obras de cimentación

Por fin disponemos de suministro de agua

Buen trabajo de todo el equipo durante la primera semana de obras de cimentación

Despedida de Diego y Alex con los Beneficiarios, relevados por Viki y Adri