Llegamos de noche a un pueblo en medio de la sabana, a 14km de Foundiougne y a 30km de Kaolak, donde nos esperan con los brazos abiertos. Keur Diouf va a ser nuestro nuevo hogar, Salah y Ali nuestros padres junto con nuestros 7 hermanos que nos acompañaran el resto del tiempo.
Gagué Chérif és un pequeño poblado que vive de la pesca y el cultivo de cacauetes, su único problema es la falta de agua. Varias veces al dia los niños tienen que ir en su busca a los pozos. En época seca la vida gira entorno a buscar las horas frescas y la sombra.
Esta lógica es la que observamos en el colegio, donde todos los edificios se orientan norte sur, aprovechando la proyección de sombra a norte.
No tardamos en ver que la localización inicial para las nuevas aulas no encaja bien, y empezamos una semana de preguntas, dibujos y análisis para encontrar la ubicación en el sitio.
En paralelo nos dedicamos a ir mirando los precios tanto de los materiales como de la mano de obra de la zona, a la vez que organizamos con los padres de los alumnos, la demolición de las antiguas aulas, en pésimo estado.
Finalmente decidimos poner las aulas en una barra, con un porche en medio, aprovechando un amplio espacio cerca de un gigante baobab que proyectara su sombra durante todo el día en los nuevos módulos. Parece que todo encaja bien!
Los tópicos africanos se introducen en nuestra rutina diaria. Cada día al caer el sol, vamos con Cumba a buscar agua, aunque Lejos del arte senegalés para transportar grandes cubos, nos asombramos con nuestros logros diarios.
Los días pasan rápido y sin darnos cuenta termina nuestra primera semana en Gagué y la que será la primera semana para Carla en África.
Legui Legui!
Maria, Rebecca y Carla
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