Nos despierta a mitad de la noche una fuerte tormenta que hace temblar toda la cabaña y nos recuerda que estamos en época de lluvias. Aquí, durante el "hivernage", la lluvia toma el control sobre los ritmos y las rutinas de la gente, e incluso tiene el poder de acelerar, a veces, el pausado ritmo senegalés o de bajar unos grados el termómetro. También las carreteras que conectan Missirah con el resto de pueblos se ven afectadas, encareciendo algunos productos y haciendo casi impossible los desplazamientos.
La abundància de agua en la tierra nos sugiere que es el momento de plantar los arboles para la futura clínica, y es entonces cuando por casualidad conocemos a Adama "l'home de la Brusse". Un habitante de Missirah, sabio en todo tipo de conocimientos de la naturaleza, y un huerto repleto de especies autóctonas. Nos enseña a distinguirlas y con su consejo y ayuda escogemos y plantamos los arboles para la clínica.
Mientras, en el "chantière", aún con la resaca del "Tabaskin", la cubierta va tomando forma. Insistiendo en garantizar que la estructura trabaje mas como un entramado, acordamos junto con todo el equipo la colocación de diagonales que arriostren el conjunto, además de seguir revisando el sistema de uniones. La solución de poner una pieza de madera que abrace el punto de encuentro con el pilar parece que funciona bien! El conjunto está ganando mucha estabilidad pero aún quedan algunos puntos que nos preocupan y estudiaremos a fondo.
Los dias de Jenny en Missirah llegan a su fin y no dudamos en despedirla con una gran fiesta. Alumbrados con la luz de una hoguera y a ritmo de djembé disfrutamos del impressionante ritmo Senegalés. Bailando y cantando despedimos tres meses de experiencias y tomamos de manera oficial el relevo.
¡Como vamos a echarla de menos!
Jenny Rebeca Maria
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