Ya estamos aquí,
9984 km de distancia y 18 horas de viaje a 12.000 pies de altura fueron necesarias para vislumbrar al fin la cordillera del Himalaya sobresalir de entre las nubes. Un viaje largo, un viaje cansado, pero llegamos con las pilas cargadas, la larga espera ha terminado. Ya estamos aquí.
Los cortes en las carreteras han provocado que tardemos alrededor de 7 horas en recorrer los 51 km que separan la ciudad Katmandú de nuestra localidad rural de destino, pero el paisaje ha sido siempre el principal protagonista del trayecto. Ha sido bajar del Jeep, pisar Bhimphedi, al fin, y encontrarnos a Diego, que nos guio hasta Bal Mandir, donde pudimos reencontrarnos con Alex y conocer a los demás voluntarios de “Amics del Nepal”. Las expectativas respecto al lugar se vieron cumplidas al instante. Un paisaje verde perteneciente a una zona salvaje, rodeado de bastas montañas. Podemos distinguir las primeras casas, son bajitas, de una o dos planas y de una gran variedad cromática con colores brillantes y vivos. Por detrás de las casas se alzan unos montes pardos, suaves, y con abundante vegetación, que rodean todo el pueblo y se fusionan con los pies de las montañas. Encontramos en Bhimphedi esa belleza natural, un ambiente de paz y tranquilidad, completamente aislado y donde parece que el tiempo se debuto hace varias décadas. Eso sí, no tienen váteres, ningún lugar es perfecto. Aún no nos habíamos acabado de adaptar del todo ni de creernos que ya estábamos aquí, cuando nos pusimos manos a la obra.
Llegamos de la mano de Alex y Diego al que será uno de nuestros lugares de trabajo más frecuentado durante los próximos meses, para observar el foso de cimentación que tanto trabajo les había traído. La zanja estaba casi terminada y ya podíamos ponernos a cimentar. Nos presentaron a todo el equipo de beneficiarios que está colaborando con nosotros, compuesto actualmente por Dinesh, un “mistri” ya experimentado en obra, Suresh, su hermano pequeño y de quien quiere seguir los pasos, Niranjan, nuestro primer y más entusiasmado miembro, Sanu, un buen chico criado en Bal Mandir y con muchas ganas de aprender y Amit, nuestro ya conocido ingeniero Local. El primer contacto con ellos no pudo ser mejor, ya que nos contagiaron con su ilusión y sus ganas de trabajar en este proyecto, cualidad imprescindible para llevar a cabo esta enmienda, y darnos cuenta de que nosotros los necesitamos tanto como ellos a nosotros, ya que trabajar en equipo divide el trabajo y multiplica los resultados.
Nos encargaremos de seguir con esta energía, planificar los procesos de la obra y organizarlos para trabajar de una forma más eficiente y rápida. El único inconveniente que nos hemos encontrado a la hora de avanzar rápidamente ha sido la de las fuertes lluvias pre monzónicas y los frecuentes cortes de luz y conexión que estamos teniendo. Para eso estamos ideando unos planes de formación y una serie de talleres para poder desarrollar con ellos en esos días en que la imprevisible meteorología nos impida seguir. Esta semana empezados con el taller de pruebas de selección de tierras para la construcción tradicional y ya estamos previendo próximos talleres de saneamiento y tratamiento de aguas, triangulación estructural, seguridad y salud en obra entre otros…
Hemos aprovechado también para conocer Hettauda, la ciudad comercial que sirve de paso en la ruta Katmandú-India. Es el lugar perfecto para conseguir suministros de obra, pero no a cualquier precio. Las negociaciones con los diferentes distribuidores se han presentado complicadas en inicio, pero de eso se trata, de llegar a un acuerdo con el que ambos estemos contentos. Aquí hemos aprendido una de las primeras palabras de nuestro futuro rico vocabulario Nepalí, “Cuire Chaina”, “No somos turistas”.
En definitiva, nuestra primera semana aquí ha requerido de esfuerzo para adaptarnos, la cultura es muy diferente, su forma de vivir, las costumbres, la alimentación, sus horarios, y sobre todo con la comunicación.
Pero ambos estamos llenos de energía y ganas de trabajar y tirar esto adelante, llegar aquí juntos ha sido solo el principio. Mantenernos juntos, es el progreso. Trabajar juntos será parte el éxito.
No nos esperamos que toda nuestra estancia aquí está cargada solo de éxitos, ya que también nos encontraremos con dificultades, pero nos encargaremos de aprender de ellas y trabajar siempre para lograr nuestros objetivos, porque ningún mar en calma hizo experto al Marinero.
Śubha rātrī!!
(Buenas noches)
Nuevos miembros AWASUKA |
Visita a Hetauda para el suministro de material |
Transporte del material comprado |
Ensayos sobre la calidad del terreno |
Tamización de la tierra para serparar elementos organicos |
Mezcla de Tierra, agua y cemento para hacer el Mato (Barro) |
Corte y colocación de Dhunga (Piedras) |
Inicio de las obras de cimentación |
Por fin disponemos de suministro de agua |
Buen trabajo de todo el equipo durante la primera semana de obras de cimentación |
Despedida de Diego y Alex con los Beneficiarios, relevados por Viki y Adri |
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