Son las 2 de la tarde, hora de descansar y recuperar fuerzas, un ‘djéboujen’, plato típico de arroz, con pescado, especias y verduras, nos apacigua el hambre después de la mañana más cálida, húmeda y difícil que recordamos. Pero parece que algo va a irrumpir nuestro descanso. Con aparente normalidad Sow, Konte, Omar y el resto de obreros siguen comiendo bajo la irradiante chapa de zinc que nos cubre de los rayos directos del sol. Nos asombra y asusta la llegada de una marea negra de polvo, lluvia, viento y truenos que se aproximan a gran velocidad y creciendo a medida que se acerca. Cuando Konte se da cuenta, a pesar de nuestros avisos, la tormenta hace volar por los aires la cubierta de zinc bajo la que estábamos comiendo. Corremos para ponernos a cubierto en un establo cercano a la obra rodeados de cabras y vacas. Mientras observamos tal demostración de fuerza de la naturaleza, Konte nos dice al oído: « Las lluvias ya están aquí... El invierno ha llegado! »
Con la cimentación ya terminada, a falta de las escaleras y las divisiones de los baños y algunos tabiques, la lluvia nos avisó que hay que darse prisa en gestionar varios temas cómo conseguir paja y madera para la construcción de la cubierta. Hay que almacenar ambos materiales antes de que mas lluvias lleguen y dejen los caminos de tierra que llegan a Missirah impracticables, antes que toda la paja del mercado esté húmeda y antes de que suban los precios.
Otra cuestión es que antes de hormigonar todo el suelo, debemos colocar todas las instalaciones y desagües. Hemos hecho un nuevo plano de instalaciones con todas las nuevas indicaciones que los técnicos de la clínica dental nos han ido dando recientemente respecto a las instalaciones de las máquinas.
Así que con los ánimos caídos después de la eliminación de Senegal de la Copa Mundial de Futbol, mientras Jenny se queda realizando el duro trabajo de mover tierras en obra, Ferran se dirige en un viaje exprés a Kaoloak, ciudad a 80 km de distancia y a 2 horas de travesía en bus desde Missirah, para imprimir los planos de instalaciones que hicimos recientemente. ¡2 hojas A3 a color!
Viaje incómodo y caluroso, salvado por la compra de un abanico, que duró todo el día, donde se pinchó un neumático y que por suerte aprovechamos para encargar los plásticos para la impermeabilización, los tubos de saneamiento, entre polvo, olores, y colores de las pintorescas y kaóticas calles comerciales.
Semana agitada, pero la obra va viento en popa y esto nos permite tomarnos un pequeño descanso y conocer el maravilloso entorno natural de Missirah. Nos dirigimos a la isla paradisíaca de Gignac. A la que llegamos después de un magnífico paseo en piragua entre los densos manglares de la reserva natural del Siné Saloum dónde todo tipo de aves y monos nos acompañan y acechan desde los baobabs. Nos enamora África, sus lugares y su gente.
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